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Al escuchar Activando la disidencia no te queda más remedio que acabar exhausto, aturdido, desconcertado, ya que el nuevo disco de Bloomington sorprende por su capacidad para crear unas melodías brillantes y cercanas que se adaptan con elegancia a una instrumentación tan desnuda que no parece de este mundo. Por este motivo, por la desnudez de la propuesta, este disco no puede decepcionar, pese a tener en contra la acogida de sus discos anteriores y que éste es el primero que componen en español. Lo primero obliga a recuperar el pulso, a mantener el buen tono de su labor compositiva. Lo segundo es más difícil, pues casi nadie se atrevía a apostar por unas canciones escritas en una lengua distinta al inglés de sus primeros trabajos. El cuartero sale victorioso en los dos casos, porque en el disco encontramos un heterogéneo catálogo de canciones en el que Bloomingtonha trabajado los últimos tres años. Estas nueve canciones son la expresión máxima de su ideario y un resumen perfecto de una trayectoria donde confluyen unas influencias procedentes del indie-rock de la pasada década (Nada Surf, The Get-Up Kids) junto a su confesado gusto por bandas de finales de los setenta (The Clash, Elvis Costello).
Sin embargo, Activando la disidencia tiene un aire propio, original, porque ahora la contundente utilización de las bases rítmicas en temas como “No todo está perdido” o “La corporación” va acompañada de unas guitarras levemente distorsionadas en las que la voz se alza con autoridad, creando un ambiente que se aleja del lugar al que Bloomington nos había llevado en sus discos anteriores. Así, todo el lp está presidido por una tonalidad intensa, minimalista y radiante (“Empezar otra vez”, “Lugares comunes”) que contrasta con algunos cortes más instrumentados, como esa tierna e incisiva canción llamada “Redactor Jefe”, por no hablar de una joya de las características de “Madrid Rock” (tanto por lo que dice, como por cómo lo dice) o de la enorme intensidad de “Lear”, la canción que cierra el álbum.
Y es por lo que dice donde este disco tiene posiblemente su mayor atractivo. Tras una primera escucha, nadie dudaría de que Activando la disidencia es un disco de letras políticas y combativas, pero tras esa apariencia se esconde una doble lectura que lo hace especial: el desamor, la lucha constante contra uno mismo y sus límites, su visión del mundo como banda…
Activando la disidencia es bueno por lo que dice, por cómo lo dice, y por lo que deja en el subconsciente. Y es que de ellos siempre se ha esperado lo mejor y este nuevo trabajo parece confirmar, al fin, todo su potencial.
TRACKLIST
001. Empezar otra vez
002. No todo está perdido
003. Lugares comunes
004. Madrid rock
005. Cuando fuimos reyes
006. Redactor jefe
007. La corporación
008. Trenes rigurosamente vigilados
009. Lear
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